miércoles, 31 de agosto de 2011

Show.

Si mañana se acabara el mundo, no dudaría ni un sólo segundo en pasar este último día contigo. No sé si mañana acabará, pero por si acaso, no quisiera desaprovechar ninguno de los momentos a tu lado. Y, sin embargo, creo que la última persona con la que tú pasarías tu último día aquí sería yo. Demuéstrame que me equivoco. No lo hagas con palabras. Lo quiero en acciones. Quiero ver que me deseas como lo hago yo. Que me comes con los ojos y que no existe nadie más. No existe nada que pueda apagar lo que un día hubo. O hay. En mi te aseguro que sigue estando esa llama. Incluso, mucho más encendida. Demuéstrame que no tengo ni idea. Que no se me debería pasar por la cabeza que no quieres verme. Que no quieres estar conmigo. Que no quieres disfrutar ni un minuto de mi. De mi presencia contigo. Demuéstramelo. Di si o no. Pero no digas a medias.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Smile.

No sé lo que es. No sabría decir si es real. Tampoco sé si empieza o acaba. Si va o viene. No sé como llamarlo. No sé si es blanco o negro o un gris casi claro o casi oscuro. Ni idea de si es bueno o malo. Ni si es verdad o mentira. No sé si cogerlo o soltarlo. No sé si me asusta o me agrada. O quizás ambas cosas. Es posible que me guste mucho más. Incluso que llegue a encantarme. No lo sé. Sólo sé una cosa, me hace feliz.

domingo, 14 de agosto de 2011

Observar. Mirar. Ver.

Y llegas a punto que ya no sabes que hacer. Lo mismo te sale todo bien, que al rato te sale todo como una putada en el ojete. Sí, así de cruda y real soy, pero para que andar con delicadezas cuando todos sabemos que es así. Pero bueno, llega un momento de desesperación máxima donde alcanzas tu más espléndido apogeo, y luego vas cayendo poco a poco, somo si todo por lo que has luchado no mereciera la pena ya. Y así somos los seres humanos, las personas. Queremos esto, luchamos por ello, y cuando lo consigues, siempre habrá algo, una milésima cosa que te haga pensar, que te haga decir, ¿es esto lo que quería realmente? O, incluso, llegas a pensar ¿era así como lo imaginaba? Soy joven y de sesera dura. Es decir, más cabezona que nada en este mundo. Y, sí. He luchado. Conseguí lo que quería. Pero ahora, no estoy segura de que aquello por lo que luchaba merezca la pena.